Calor: Realmente se hacía sentir el calor en el estadio floridense. Una tarde de altas temperaturas que hacia sufrir a las chicas en la cancha. Ya para el segundo encuentro, igualmente se sentía el calor pero se hacía más llevadero.

Protocolo: Tanto para el ingreso de los equipos y árbitros, como toda la premiación se cumplió como establecía el protocolo. Todo ajustado al punto que parecía todo cronometrado para tal o cual tarea. Buena trabajo de todo el equipo.

Protocolo: Vale señalar que detrás de los consejeros, quienes planifican la tarea de protocolo, hay un equipo que está atento a cualquier detalle. Eso asegura que el espectáculo vaya por los carriles correspondientes.

Televisación: Vale la pena señalar que la televisación de ambos partidos, le da una gran exposición a las chicas y a la propia organización. Un paso más en el desarrollo de una disciplina deportiva bastante nueva a nivel de OFI, pero que está en permanente crecimiento..

Consejeros: Juan Varela y Ana Zeni encargados de Protocolo contaron con la presencia del consejero Carlos Alanís, que oficio de locatario, así como también de Guille Senosiain y Enrique “Quique” Romero, integrantes de la comisión organizadora de fútbol sala y fútbol playa de OFI.

Locales: También vimos a varios dirigentes de Florida, entre ellos al propio Presidente de la Liga de Florida Cipriano Curuchet, siguiendo las alternativas de las finales y particularmente de su selección. Además todos a disposición para que no quedara ningún detalle librado al azar.

Banderas: Como se establece en el Protocolo los equipos finalistas deben presentar una bandera del departamento, como algo que viste el espectáculo o la presentación. Rivera se olvidó de la misma por lo que debieron improvisar. Dos chicas se pusieron la camiseta celeste de Rivera y asi presentaron a su Selección. No fue muy prolijo pero se hizo.

Banderas II: Quizás se debería establecer alguna multa para quien no cumpla con el rigor que exige una final que además es televisada, lo que aumenta la responsabilidad a la hora de presentarse. No está previsto nada al respecto y por eso se deja pasar estos inconveniente.

Enojo: La gente de Nueva Palmira estaba muy enojada, porque sostenían que la final se jugó muy cerca de la semifinal que las clasificó. Exigían cierto tiempo de descanso, como las riverenses que estaban más descansadas. La organización señaló que cuando se dispuso las reglas del torneo todos estaban conscientes que les podía pasar.

Cansancio: De todos modos el calor agobiante mermó considerablemente los físicos de las jugadoras y el esfuerzo les pasó factura a las chicas juveniles. Para el segundo partido se emparejó en ese aspecto, ya que tenían varias horas de descanso.

Estadio: Realmente hay que felicitar a quien corresponda porque el estadio tiene las comodidades necesarias para albergar este tipo de finales. Realmente además de grande el 10 de Julio es un estadio cómodo, lo que lo hace para la región uno de los gimnasios mas importantes.

Papelitos: Para el primer partido, cuando entregaron la copa a las campeonas se encendieron las bengalas, lo que dio motivo a uno en la tribuna que dijo, “sonamos, ahora con eso nos queman todo el parqué”. Tranquilos que son bengalas de fuego frio y no hacen absolutamente ningún daño al piso como se pudo comprobar.

Agregado: Lo que si se agregó para el final de absoluta fueron los papelitos que sumados a las bengalas le daban otro colorido digno de una finalísima que terminó como debe ser. Las perdedoras, felicitando a su oponente y estas, festejando pero con mesura y respeto.

ESCRIBE: Francisco Connio